Lunares Off

Las "manchas en la piel" abarcan un espectro amplio de lesiones cutáneas, desde una simple peca (efélide) hasta un melanoma. Lo que se conoce como mancha solar no es en absoluto tan simple ni banal. A veces, estas lesiones representan un riesgo para nuestra salud y tratarlas de forma inadecuada por un profesional que no sea un dermatólogo conlleva un riesgo innecesario.

Es por ello que toda mancha en la piel precisa de una valoración clínica y dermatoscópica adecuada por un dermatólogo (en web de la Academia Española de Dermatología Este enlace se abrirá en una ventana nuevapuede encontrar a los dermatólogos y sus consultas por provincias). El dermatólogo es el médico especializado en las lesiones cutáneas, el pelo, las uñas, las mucosas y las enfermedades de transmisión sexual y es quién debe valorar estas lesiones e indicar el procedimiento más conveniente para su tratamiento.

En nuestro medio la incidencia de melanoma ha aumentado de forma muy alarmante, triplicándose en Canarias en los últimos años y, de la misma forma, han aumentado el resto de lesiones que se engloban dentro del cáncer de piel no melanoma (entre ellos, destacan por su frecuencia, el carcinoma basocelular). Estos cuadros precisan un tratamiento quirúrgico adecuado. Además, existen una serie de lesiones premalignas que también hay que tener en cuenta y tratar correctamente para evitar que progresen, como las queratosis actínicas, que parecen costras o manchas en la piel.

La razón de este post es que no sólo hay que diferenciar un nevus o léntigo (y todas sus variantes: nevus de spilus, azul, congénito, halo nevus...) de un nevus atípico y de un melanoma. Sino, además, se deben diferenciar las lesiones benignas (queratosis seborreica, fibromas blandos, dermatofibromas...) de queratosis actínicas, basocelulares pigmentados y carcinomas epidermoides (lesiones malignas y premalignas). Esta labor, de suma importancia y complejidad, es competencia del dermatólogo.